Find God and what it means to you
Una exposición de Tomás Nochteff

“Donde a nosotros se nos manifiesta una cadena de
datos, él ve una catástrofe única que amontona
incansablemente ruina sobre ruina, arrojándolas a sus
pies. Bien quisiera el detenerse, despertar a los
muertos y recomponer lo despedazado. Pero desde el
Paraíso sopla un huracán que se ha enredado en sus
alas y que es tan fuerte que el ángel ya no puede

cerrarlas”

Walter Benjamin a propósito del Angelus Novus de Paul Klee.

PROCEDIMIENTOS PARA LA APARICIÓN
Lourdes Silva

En Find God and what it means to you cortar y pegar constituyen mecanismos fundacionales,
acciones que como marcas, investigan los diferentes registros de la cosa humana, cincelan un
tipo de existencia performativa, a partir del encuentro y la yuxtaposición de fragmentos
ligeramente anómalos. Debatiéndose entre la colisión y la dispersión, cada una de las 77
piezas que integran esta exposición construye la emergencia de un todo estallado y
ensamblado en la búsqueda por emitir una res extensa: dérmica, circuital, eléctrica,
arquitectónica. En esa operación- disección- el montaje es técnica y concepto, explora la
potencialidad de lo uno en tanto herramienta técnica que multiplica y teje. Levantando
temperatura se produce el movimiento, los elementos actúan como siendo parte de un
sistema, de una máquina y esta instalación, lo es.
Recortar. En esa trama las imágenes destilan calor, en su polaridad y asimetría dan cuenta de
la emergencia de la sustracción y de la aparición de conexiones iconográficas, capsulas que
condensan historia, poética y un conjunto de procedimientos que vinculan temporal y
retóricamente lo que está- como parte de lo que estuvo- con lo que potencialmente puede
llegar a estar, es decir, lo real con lo virtual. Estas imágenes no se detienen, son proyectadas
hacia el pasado y el futuro, remontan a una memoria arcaica desde el fondo de los tiempos y
se proyectan hacia el porvenir deseante. ¿Este es el lugar del inconsciente óptico? Un sitio
que actúa por remolinos de tiempos proyectivos o por inquietantes reminiscencias. La
imagen potencia tiene este doble ritmo de tensión: “hacia el pasado por las supervivencias
que invoca y hacia el futuro por los deseos que convoca”

, como un hecho producido

sismográficamente, por choques.
Se desencadena un nudo – vaya oxímoron- un sitio geo poético: la historia de una mirada
sobrevolando el lugar, abducida fantasmagóricamente, por el deseo de producir señales
erráticas. La mirada produce el espacio que observa, a partir de un nuevo orden semántico,
se trata de escribir automáticamente: extraviarse en el sentido consciente de la palabra,
dejarla que sea, como desencajada, un artefacto especializado en la hoja, pared, asignándole
volumetría al plano. Escribir es un ejercicio geométrico, como en una coreografía, la huella
gestual emerge como humo y en la yuxtaposición de superficies difusas hacen emerger un
sitio que aún no ha sido visto: desde los escombros se diseña un nuevo huracán, reproducido
y mapeado satelitalmente. La tormenta también se trasmite, la imagen explotada en mil
esquirlas configura puntillosamente un nuevo paisaje, como un vaticinio.